El médico explica cómo la rabdomiólisis (rabdo) entre los jugadores de lacrosse de Tufts no es inesperada, destacando los peligros de los entrenamientos de alta intensidad mal diseñados y la importancia de la sobrecarga progresiva, el descanso y la gestión de riesgos médicos para prevenir lesiones.

September 27, 2024

Las hospitalizaciones de Tufts Lacrosse por rabdomiólisis no deberían sorprender a nadie

La rabdomiolisis (rabdo) entre los jugadores de lacrosse de Tufts fue noticia nacional esta semana luego de la hospitalización de varios participantes de un entrenamiento de 45 minutos dirigido por un Navy SEAL en servicio activo. El New York Times describió esto como inesperado y rabdo como una condición rara en estas circunstancias. Esto es incorrecto.

Rabdo no es raro ni inesperado en el contexto de este tipo de entrenamiento. A medida que las tendencias populares de fitness han pasado de correr, hacer abdominales y flexiones de brazos a CrossFit y entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT), hemos visto un aumento correspondiente en los casos de rabdo.

En mi experiencia como médico que trata a poblaciones militares, este escenario se presenta con demasiada frecuencia. Un líder de fitness sin experiencia, sin un conocimiento sólido de la fisiología del ejercicio o los riesgos médicos asociados, lleva a cabo una sesión de “descanso” que normalmente dura entre 15 minutos y una hora. Estas sesiones suelen implicar entrenamiento de alta intensidad y personas aparentemente en buena forma terminan en el hospital con rabdo.

Este resultado no debería sorprender. Es una consecuencia predecible de una formación mal diseñada y de una gestión inadecuada de los riesgos médicos. Así como no haría funcionar una máquina a plena capacidad sin las pruebas adecuadas, no debería llevar el cuerpo humano al límite sin una preparación adecuada. Cuando se exigen severamente grupos de músculos no entrenados, ya sea en atletas especializados o en individuos fuera de forma, se encontrará con rabdo.

Un enfoque más reflexivo del entrenamiento incorpora la sobrecarga progresiva, en la que los individuos son empujados cerca de sus límites pero se les da el tiempo adecuado para descansar y recuperarse. Después de varias semanas de ciclos de entrenamiento progresivamente desafiantes con un descanso adecuado, el riesgo de rabdo disminuye significativamente.

Este incidente no fue un accidente extraño ni un daño intencional. Fue el resultado previsible de un diseño deficiente de la capacitación y de una falta de atención a riesgos médicos bien establecidos.